sábado, 21 de diciembre de 2019

Doña Lola


   Tenía  el cabello gris y  lo recogía en un moño con un montón de horquillas que se las arreglaban para  ir saliéndo de su sitio  y cayéndose a lo largo del día..
Era delgada y menuda y llevaba vestidos gris oscuro con florecitas , más parecidos a un hábito o a una bata que a otra clase de prenda.
 La rodeaba la  aureola  de ser una profesora dura , quizá   porque no se prestaba a ese juego de de adolescentes revoloteando alrededor de su mesa para ganarse su simpatía. Quizá también porque las matemáticas  daban miedo
Tengo el vago recuerdo de haberla visto  explicando en la pizarra, pero,en general ,
Doña Lola iba a dar clases como quien vá a cuidar a unos sobrinos y trata de que le molesten lo menos posible.

 Después de  sentarse nos hacía abrir los libros para estudiar, y ella hacía lo mismo  con otro  que llevaba en la cartera.
Además del libro, ponía sobre la mesa un  paquete envuelto con papel de estraza,que contenía un bocadillo de tortilla  
Mientras leía , comía el bocadillo.
Cuando comía el bocadillo, pequeños trozos de tortilla se le escapaban  entre los labios y la dentadura postiza le bailaba dentro de la boca.
Cuando había terminado de comer, tenía el vestido lleno de migajas de pan.
Mientras ella comía y leía,las niñas se miraban y hacían guiños y risitas.
La he recordado  porque voy de viaje en autobús ,rumbo a aquella ciudad de la infancia     rodeada de masías y campos de naranjos ,y he visto  las migas de pan que han quedado en la camiseta después de comerme el bocadillo

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